Espejito espejito
“Doctora, cuando me veo en el espejo me veo muy mayor , ¡quíteme estas arrugas!”
Esta es una petición muy frecuente en nuestros pacientes, pero realmente, de nuevo, no son las mismas expectativas las del paciente que las del cirujano.
Lo que el paciente está pidiendo es que le quite, borre o disimule las arrugas, pero lo que verdaderamente espera es verse rejuvenecer, y eso no se consigue solo quitando arrugas.
Lo que los cirujanos vemos es un conjunto de signos de envejecimiento, entre los cuales las arrugas no son lo más importante.
Cuando envejecemos son muchos los cambios que van a delatar nuestra edad, y no solo en el rostro, también en el cuello, escote, manos, la forma de movernos, la postura corporal… Pero hoy hablaremos del rostro y los cambios que experimenta con los años:
- La piel se hace más fina en sus zonas profundas y más gruesa en la superficie, perdiendo la calidad del colágeno y la elastina, apareciendo manchas (las famosas “manchas de la edad”), dilataciones venosas, hipertrofia de glándulas sebáceas (se aprecian como pequeños abultamientos), provocando un aspecto áspero, grisáceo, falta de uniformidad, con zonas agrietadas y arrugas por falta de grosor en la dermis.
- Los músculos se vuelven atróficos y laxos, con pérdida de tono, creando depresiones más profundas en aquellas zonas dónde más se han movilizado (el famoso ceño del mal humor, por ejemplo), ofreciendo un aspecto “descolgado” de la cara.
- Los huesos se van reabsorbiendo, más en las zonas de las encías, muy acusado allí donde se han perdido piezas dentarias, haciendo más profundos los surcos a los lados de la boca, resultando más huesudos y prominentes el mentón y las cejas; esta pérdida ósea hace que resulten más visibles ciertas zonas como la nariz, o que el aspecto de los ojos sea más hundido.
- Los compartimentos de grasa que existen en la cara se van perdiendo también, en algunas zonas protuyendo bajo la piel adelgazada, como en las bolsas de los párpados, en otras zonas dejando sensación de hundimiento(mejillas, pómulos, sienes).
- Los labios pierden su soporte óseo, dental y muscular, quedando más reducidos en tamaño y perdiendo su definición en el contorno, observándose flácidos y contorneados de arrugas, caído el superior y hundido el inferior.
- Otras zonas también denotan el paso del tiempo, como los lóbulos de las orejas que se agrandan y cuelgan; o la papada, que se vuelve grande y pesada, arrastrando el resto de los tejidos de alrededor perdiendo el dibujo del contorno mandibular; las cejas y los párpados superiores se hacen pesados y caen sobre los ojos…
Pues todos estos signos, y más, son los que nos dan el aspecto de edad, no sólo las arrugas como acabo de explicar, por lo que si quieres rejuvenecer puedes pedirme que te relaje los músculos que te arrugan, que te mitigue las manchas y tumoraciones, que te rehidrate la superficie de la piel, que te devuelva volumen a las zonas deprimidas, que te reposicione los tejidos, que te revitalice en conjunto…
Para todo eso tengo herramientas de ayuda: neuromoduladores, rellenos, peelings, láser, ácido hialurónico, vitaminas, hidratantes, blefaroplastia, liposucción de papada, lifting facial… pero para renovar la juventud de espíritu…
No me pidas la Luna – Dra. Álvarez
( Este hombre tiene 80 años, desfila de modelo y atesora un mensaje inspirador )